Cada que entra un nuevo alcalde a dirigir la Zona Metropolitana de
Guadalajara plantea nuevas ideas para rescatar el Centro Histórico. Hubo
administraciones que en vez de rescatarlo han terminado con su
estructura arquitectónica por considerarla antigua, tumbando fincas
históricas y que sobre ellas construyeron edificios y plazas,
argumentando que con esos cambios la ciudad entraría a la era moderna.
Tal es el caso en La Plaza Tapatía que se proyectó como un espacio para
la convivencia entre los ciudadanos, se inauguró en 1982 durante la
administración del ex gobernador Flavio Romero de Velasco. Para realizar este proyecto desaparecieron nueve manzanas completas del
Centro Histórico, destruyendo también la vieja Plaza de Toros,
Progreso, para instalar la fuente monumental “Inmolación de
Quetzalcóatl” que representa al dios azteca identificado como la
serpiente emplumada.
Se hizo en honor del entonces Presidente de la República José López
Portillo, quien admiraba la cultura azteca, y tenía una fuente igual
pero en menor tamaño en el interior de la Residencia Oficial Los Pinos.
Su hermana Margarita López Portillo, estuvo también a cargo del
bosquejo.
Si observamos con detenimiento la escultura, la gran serpiente no tiene
cabeza. El proyecto originalmente contemplaba esta pieza, pero no fue
colocada ya que la plaza no está construida para soportar más peso, la
obra pesa aproximadamente 30 toneladas. La fuente desde su instalación
presenta diversas fallas del sistema hidráulico; en algunas ocasiones el
agua queda estancada y eso hace que la humedad haga sus estragos.
¿Cuáles fueron los criterios sobre la selección que utilizaron para
construir la Plaza Tapatía y las características estéticas de la
escultura?
Hoy ya no es atractivo visitar el Centro Histórico. Al meterse el sol,
lucen las calles vacías, por las cuales no se place caminar. Su
arquitectura antigua con viviendas hacía que fuera un vecindario
amistoso. En esta plaza solo queda el paisaje de los edificios del
Centro Joyero y en subterráneo el estacionamiento el cual ya no da
abasto. Esperemos que la actual alcaldía respete los edificios antiguos y
podamos caminarlo ¡El Centro Histórico es de todos!
- El escultor fue Víctor Manuel Contreras
- Se tumbaron 70 mil metros cuadrados
- Quetzalcóatl para los aztecas era el dios de la muerte y resurrección
- La fuente tiene cinco piezas forjadas en bronce y está labrada a mano, la figura alcanza 25 metros de alto, y las otras que la rodean 6 metros cada una
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